La violencia de género se puede dar tanto dentro del matrimonio como en el noviazgo y es aquella que se produce directamente sobre la mujer por el simple hecho de ser mujer.
Este tipo de violencia también podemos encontrarlo dentro del ámbito laboral o en cualquier ámbito de la vida pública y debe denunciarse y apoyarse en un abogado para que lleve el caso.
El fundamento de la violencia de género es la supuesta superioridad de un sexo sobre otro y se puede manifestar de diferentes maneras, es decir puede ser un maltrato físico (agresiones sexuales, acoso sexual, violación, etc.) o también un maltrato psíquico y actualmente existe un tipo de maltrato más sofisticado mediante la publicidad, que consiste en desvirtuar y distorsionar la realidad de la imagen de la víctima.
En el caso de sufrir violencia de género el divorcio se disolverá casi de inmediato y el Juez dictaminará las medidas oportunas para salvaguardar a la mujer de la agresión de un hombre, hasta el momento de la sentencia.
Igual que sucede en el caso de violencia doméstica, preservar la salud e integridad de la persona es lo principal y por lo tanto incluso sin cumplir con las tres condiciones imprescindibles para un divorcio, el juez puede concederlo e incluso otorgar la nulidad matrimonial.